Del oscuro pasado
nace un niño;
alegría y tristeza
me desgarran el corazón.
Tranquilo en la cuna
vivo descansa.
De amor y gracia
sus ojos abren.
La joven vida respira
sobre el cristal
el mundo que no era
viene para irse.
Un niño duerme:
Un viejo se marcha.
Oh, padre renegado,
perdona a tu hijo.
Ara Burgos Pérez.
martes, 16 de febrero de 2010
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