Duardín era un niño muy curioso que vivía en Villafranca. Él siempre había querido ir a Los Palacios pero había un puente que separaba Los Palacios de Villafranca y por medio estaba el arroyo de la Raya. Ese puente estaba protegido por soldados del rey, así que no podian pasar. Duardín conoció niños del castillo y lo ayudaron a pasar a Los Palacios. Cuando vió el castillo por dentro se quedó alucinado porque nunca había visto una casa tan grande, ya que él vivía en una choza. Cuando entraron más para dentro vieron unas lucecitas que brillaban, se acercarón y ¡ Eran Martinitos !
Hizo amigos en el castillo y cuando volvió a Villafranca los extrañaba mucho, así que vinieron los amigos del castillo a visitarlo y su madre les preparó pan con aceite y azúcar. Todos acabaron felices siendo amigos y siguieron haciendo sus trastadas de siempre.
Este libro me gusta mucho porque nos cuenta la historia de nuestro pueblo.
Mª Teresa Curado Moreno
jueves, 11 de marzo de 2010
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