Duardín era un niño muy travieso. Villafranca y Los Palacios estaban peleados. Un día Duardín y sus amigos entraron en una cueva muy muy oscura y había unas lucecitas muy pequeñas. Eran los martinitos. Salieron y desde allí se veía la torre de Los Palacios. Otro día fueron a la casa de Duardín. Cuando llegarona la madre de Duardín les tenía preparado pan con aceite y azúcar.
Es un libro muy bonito porque cuenta la historia de Los Palacios y Villafranca. Se lo recomiendo a los niños para que lo lean.
Lorena González González.
jueves, 11 de marzo de 2010
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